El futuro PGOU de Alcalá de Guadaíra responde solo, según los Andalucistas, a las aspiraciones de Gutiérrez Limones de hacer una Alcalá “grande en extensión y población” sin importarle del costo social que conlleve.
El Partido Andalucista de Alcalá de Guadaíra no comparte las aspiraciones megalómanas de Gutiérrez Limones cuando habla de convertirse en la “segunda centralidad metropolitana”, en alusión a sus declaraciones sobre la exposición pública del nuevo PGOU que actualmente, y hasta primeros de mayo, está en periodo de presentación de alegaciones.
Los Andalucistas no entienden los términos del alcalde cuando habla del PGOU. En opinión de los Andalucistas “Limones confunde construir y hacer casas con crecimiento e importancia y lo peor de todo, es que confunde a los ciudadanos”.
Francisco Rubio, portavoz del Grupo Municipal Andalucista en el Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra recuerda que ya en el periodo de avance el Grupo Municipal Andalucista presentó una serie de enmiendas encaminadas a “moderar la cantidad de metros cuadrados que el nuevo PGOU quiere poner a disposición de los promotores inmobiliarios, a su entender totalmente desmesurados, dándole el tiempo la razón de manera trágica con la crisis económica, la cual proviene de la llamada burbuja inmobiliaria, que ha hecho que toda la construcción se paralice y que en el futuro a corto y medio plazo las promociones se acerquen más a la verdadera demanda”.
Algunos aspectos del nuevo PGOU son bien vistos por los Andalucistas, como el parque tecnológico, la carretera de borde de los polígonos industriales o la apuesta por el parque lineal, que ya estaba en el PGOU actual.
En cambio para el Partido Andalucista de Alcalá, otras propuesta no son tan positivas. Entre ellas el índice de viviendas en el Parque Tecnológico, el incremento de viviendas en San Rafael, la exigua apuesta por la cornisa de Los Alcores o el olvido de zonas de indudable valor medioambiental como la Dehesa Nueva.
Los Andalucistas rechazan dos aspectos muy importantes: la gran cantidad de suelo para crecimiento residencial y el área comercial y de ocio a varios kilómetros de la ciudad, “que provocará la pérdida del poco potencial, que en este aspecto, le queda a la ciudad y traerá consigo más incremento de tráfico de vehículos”.
Francisco Rubio concluye que “Limones quiere a toda costa hacer de Alcalá el ‘nuevo ombligo del mundo’ independientemente de que ombligo, de que mundo y de que piensan los alcalareños”.