[table id=6 /]En enero de 2001 se firmó un acuerdo entre los comerciantes de la calle Gandul, adjudicatarios del mercado de abastos inclusive, y el ayuntamiento, al objeto de “ayudar a sufragar parte de los perjuicios que inevitablemente se iban a producir por la obras de reurbanización de la calle Gandul, y para ello se tramitó una subvención finalista para cada comerciante afectado”.  El importe de la subvención se estableció en función del Impuestos de Actividades Económicas y el tiempo que duraran las obras, mientras que los placeros se le subvencionó el 50% de la tasa mensual por el mismo periodo.

Este convenio o acuerdo firmado, según los comerciantes del mercado de abastos, sigue sin cumplirse por parte del Ayuntamiento. Según los cálculos, la deuda está en torno a los 1.000 euros por comerciante, cuantía que resultaba de aplicar el 50 por ciento de las tasas por tres meses y medio, tiempo que duraron las obras. Por otro lado, otros comerciantes de la calle confirman al PA a que tampoco han cobrado sus subvenciones.

Esta circunstancia hacen comprender a los miembros del Partido Andalucista las reticencias de los placeros a la hora de afrontar el traslado al nuevo mercado de abastos, a pesar de contar con una importantes subvención, gracias a las enmiendas andalucistas al presupuesto municipal, para sufragar los gastos de traslado; “no se fían del Ayuntamiento”, resumen los andalucistas.

Según los andalucistas, “a todas luces parece que los responsables municipales en este asunto no han sabido gestionar adecuadamente y se han ‘liado’ de tal manera que ni siquiera la Delegada de Economía actual sabe como va este asunto, sino ya tendríamos las respuestas a las preguntas realizadas en el Pleno”, para los andalucistas el tema está claro: “si hubiesen tenido el interés, el respeto y una mínima responsabilidad política, no estarían los comerciantes nueve años esperando esta subvención”, “esta es una muestra más de la apatía, desinterés, desorganización y falta de apoyo que este equipo de gobierno ha tenido con el Mercado de Abastos”.

Andalucistas: siempre útiles