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El Partido Andalucista de Alcalá de Guadaíra quiere comunicar a la ciudad de Alcalá de Guadaíra y a la opinión pública en general la vergüenza que le produce que el gobierno de Limones acepte un vehículo para hacer controles de alcoholemia, mientras mantiene en el cargo al delegado de Seguridad, Tráfico y Policía Local, Manuel García Torres, multado por conducir ebrio.
Para los andalucistas “esto no hace más que convertir el Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra en una institución incoherente y chapucera, lo que repercute en la imagen de la democracia alcalareña y mancha el buen nombre del Ayuntamiento”.
Cabe recordar que hoy, 7 de junio de 2010, se cumple un año de la multa impuesta al delegado Manuel García Torres por conducir bajo los efectos del alcohol, duplicando la tasa de alcoholemia en plena Feria de Alcalá y coincidiendo además con el dispositivo especial de seguridad de dicha fiesta y de las Elecciones al Parlamento Europeo, cuyo máximo responsable era él.
A esta situación ya deshonrosa por sí misma, cabe incluir el agravante ético y moral del alcalde de Alcalá, Antonio Gutiérrez Limones, quien acompañaba al delegado de tráfico en el momento en que fue multado por conducir ebrio “y que ha esperado un año para que se olvide el tema sin tomar ninguna medida al respecto”.
Teniendo en cuenta que mañana se cumple un año del vergonzante acto del delegado, el Partido Andalucista considera una incoherencia que mientras el alcalde Limones mantiene en el cargo a Manuel García Torres, acepte un vehículo para la realización de controles de alcoholemia por parte de la Policía Local, tratando de dar ejemplo, mientras su máximo responsable no lo hace.
Ya en el pleno ordinario del mes de julio, (tras suspenderse la primera de las convocatorias del mismo “por motivos de seguridad”, al coincidir con que la noticia apareció en todos los medios de comunicación de España), el Partido Andalucista ya pidió el fulminante cese del delegado.
El Portavoz del Grupo Municipal Andalucista, Francisco Rubio, siente vergüenza de que el gobierno local pretenda realizar controles de alcoholemia mientras el máximo responsable de dicho dispositivo fue multado hace un año y sigue sin dimitir.
Francisco Rubio lamenta que los agentes de la Policía Local tengan que dar la cara ante los ciudadanos cuando realicen dichos controles, ya que la ciudadanía es consciente del error que cometió Manuel García, lo que provoca una falta de coherencia y de seriedad en la imagen de la Policía Local y del Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra.
Así Francisco Rubio insiste en que la cordura debe llegar al PSOE de Alcalá y tomar cartas en el asunto para devolver prestigio y dignidad a la Policía Local y a la ciudadanos alcalareños.